Estás esperando a tu bebé con gran ilusión. Desde que tuviste en las manos tu prueba de embarazo positivo, tu prioridad es él.
Cuando estás embarazada, quieres lo mejor para tu bebé y lo primero y más importante en tu lista es su salud. Por eso hay ciertas dudas que necesitas aclarar, incluso antes de que nazca. Si te preocupan las posibles anomalías genéticas ahora existe una alternativa a los métodos tradicionales más invasivos: un test prenatal que se realiza en la sangre materna.
Hasta hace poco tiempo, los únicos métodos para la obtención de ADN fetal para descartar estas anomalías eran técnicas invasivas no carentes de riesgos para el feto, ya que aunque pequeño, existe un riesgo durante su realización. El reposo absoluto después de su realización también es otro de sus inconvenientes.
Asimismo, el test de screening que se realiza en el primer trimestre es una prueba basada en datos estadísticos. Para realizarlo se incluyen datos como la edad materna, ciertos marcadores bioquímicos y datos ecográficos. Pero no nos aporta un diagnóstico de certeza.
Test prenatal no invasivo en sangre materna
Durante el embarazo, a partir de la semana 9-10, es posible encontrar pequeñas cantidades de ADN del feto en la sangre materna. Este ADN se halla de dos maneras diferentes, bien en forma de células fetales intactas o bien en forma de ADN fetal libre de células.
La técnica para realizar el test es la siguiente: se extrae sangre a la madre para, analizando este ADN fetal encontrado, determinar si presenta alguna de las anomalías cromosómicas más frecuentes.
Las anomalías genéticas que se detectan son las más habituales: Síndrome de Down, Edwards, Patau y Turner. Además, es posible conocer el sexo fetal y detectar una posible triploidía.
Esta prueba debe realizarse a partir de la semana 10 de embarazo ya que si se realiza antes, es probable que no se encuentre suficiente material genético fetal como para hacer el análisis.
Este test no es un test diagnóstico con un 100 % de fiabilidad, es decir, un test positivo no garantiza que el feto presente la anomalía con total seguridad. Es un test de screening por lo que en el caso en que el test sea positivo, deberás realizar una prueba de confirmación. En este caso sería necesario realizar una amniocentesis o una biopsia corial, en el supuesto de querer tener certeza absoluta.
En cambio, si el resultado de este test es negativo, es muy poco probable la existencia de alguna de estas anomalías genéticas ya que detecta, por ejemplo, el 99 % de los casos de Síndrome de Down.
También es posible que el test no tenga resultado. Esto se debe a que no se encuentra suficiente ADN fetal en la sangre materna. Es posible repetir el test un poco más tarde para aumentar las posibilidades de que aparezca.
Es importante recordar que este test no detecta malformaciones sino alteraciones cromosómicas, por lo que no sustituye a la ecografía morfológica.
Ventajas de este test prenatal
Dentro de las ventajas más evidentes de realizar este test destaca la total seguridad para la madre y el feto, ya que la técnica es extremadamente sencilla y no supone más riesgo que un simple análisis de sangre.
Después de la extracción, únicamente tendrás que esperar unos días más para obtener el resultado.
En la clínica de reproducción asistida IREMA te ofrecemos la posibilidad de realizar este test a partir de la semana 9 de embarazo. Además, en caso de resultado positivo puedes realizar con nosotros también la prueba de exclusión más indicada en tu caso.
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