Es mucho peor que ser diabética o tener la tensión alta. La madre fumadora aboca al bebé a nacer con complicaciones de mayor o menor gravedad. Nacen los bebés más pequeños y el retraso en el desarrollo dentro del útero puede tener consecuencias durante toda su vida. Los que nacen… y es que como contamos en este interesante post hay también riesgo de muerte. «Fumar es probablemente la primera causa de bebés que nacen con problemas», así lo explica el doctor Robert Welch, jefe del departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Providence en Michigan. Welch asegura que ha visto complicaciones por el tabaco en demasiados bebés, bebés que han nacido de forma prematura, bebés con bajo peso y bebés que mueren antes de nacer. “Cuando una mujer embarazada fuma -dice -no hay nada que proteja a su bebé de ese peligro”.
Aunque ninguna de las 4.000 sustancias químicas del tabaco es buena para tu bebé (no se te ocurriría nunca añadirle una cucharadita de cianuro a su papilla de frutas), hay dos compuestos que son especialmente daños: la nicotina y el monóxido de carbono. Las complicaciones más serias, incluyendo el nacimiento sin vida pueden atribuirse al hecho de que la nicotina y el monóxido de carbono trabajan en conjunto para reducir la cantidad de oxígeno que le llega a tu bebé. La nicotina reduce el oxígeno estrechando los vasos sanguíneos en tu cuerpo, incluyendo los que están en el cordón umbilical. Es algo así como forzar a tu bebé a respirar a través de una pajita estrecha. Para empeorar las cosas, los glóbulos rojos que llevan oxígeno comienzan a coger moléculas de dióxido de carbono en vez de oxígeno. Así, incluso la pajita estrecha no puede transportar suficiente oxígeno.
¿Y si fumo, pero muy poco?
Fumar duplica el riesgo de que un bebé nazca sin vida. Uno de los grandes errores de las fumadoras embarazadas es el de creer que un hábito controlado es menos peligroso. El cuerpo de un fumador es especialmente sensible a las primeras dosis de nicotina cada día, por lo que incluso fumar sólo uno o dos cigarrillos estrechan de manera significativa los vasos sanguíneos. Esta es la razón por la que un «ligero hábito» puede tener un enorme impacto en la salud de tu bebé.