Alrededor de los 37 años la dotación ovocitaria de la mujer será solo de unos 25.000, desde los aproximadamente 250.000 óvulos que tenía en su primera ovulación. A partir de este momento, esta pérdida de ovocitos se acelera rápidamente para llegar a la época de la menopausia con una cantidad que ronda los 1000.
Por eso, tal y como avanzamos en nuestro anterior post, la técnica de la vitrificación de óvulos se ha convertido en la gran alternativa para preservar la fertilidad femenina, dados los nuevos hábitos de vida y el actual retraso del momento en que elegimos la paternidad/maternidad. Por ello es importante saber que la técnica por si misma NO es una garantía de maternidad futura segura, debemos sincerarnos y explicar a nuestras pacientes que no todos los ovocitos obtenidos tras la estimulación ovárica y punción folicular tienen la misma calidad morfológica y funcional. Por lo que no necesariamente todos fecundarán. El factor uterino es crucial y cuantos más ovocitos podamos obtener (un mínimo de 12-14 óvulos), y a edades tempranas (sería ideal antes de los 32-34 años), más posibilidades tenemos de generar una mayor cantidad de embriones y seleccionar los que se consideren mejores.