Malformaciones uterinas: Qué son y qué conlleva
Todas las personas somos distintas externa e internamente. Aunque nuestros cuerpos están hechos para cumplir las mismas funciones hay pequeñas diferencias entre cada uno de ellos. Con los úteros pasa igual.
El útero es uno de los órganos reproductores más importantes de la mujer, ya que será el hogar del bebé durante los 9 meses de gestación.
Qué son las malformaciones uterinas
Las malformaciones uterinas se deben, de forma general, al desarrollo anormal de los conductos müllerianos durante el proceso de embriogénesis – una de las primeras fases del desarrollo del feto en período de gestación -. También, ha habido casos en los que esta malformación aparece tras haber padecido una patología anterior.
Si la malformación del útero es pequeña no suele afectar a la hora de gestar. Sin embargo, tener una malformación uterina grave puede provocar la infertilidad mediante abortos recurrentes o fallos de implantación.
Hoy en día, los úteros con malformaciones son los causantes del casi 25% de los casos de infertilidad. Por lo que se considera que las malformaciones uterinas son un problema frecuente en las clínicas de fertilidad y reproducción asistida.
La mayoría de mujeres pasan toda su vida desconociendo que sufren esta patología hasta que intentan quedarse embarazadas. Es entonces cuando aparece alguno de los siguientes síntomas:
- Fallos de implantación
- Abortos recurrentes
- Embarazos ectópicos
- Malposiciones fetales
A raíz de que la paciente muestre alguno de estos problemas, el equipo de Irema realizará las pruebas necesarias para conocer la malformación y así dar con el mejor diagnóstico y tratamiento.
Entre los métodos de diagnóstico que se suelen emplear en estos casos se encuentran el examen ginecológico, la realización de una ecografía transvaginal y la resonancia magnética.
Malformaciones uterinas: Qué son y qué conlleva
Qué tipos de malformaciones uterinas existen
Según un informe realizado por la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) y la Sociedad Europea de Endoscopia Ginecológica (ESGE) en el 2013 clasifican en siete los distintos tipos de útero. Estos siete tipos de úteros se denominan U0, U1, U2, U3, U4, U5 y U6, clasificados así por su grado de normalidad, siendo U0 el útero normal y sano, y U6 el más anormal.
La clasificación es la siguiente:
U0. Útero normal
Su contorno del fondo es recto o curvado y su hendidura interna no supera el 50% del grosor de la pared uterina.
U1. Útero dismórfico
Sus paredes son más gruesas que las de un útero normal, por ello su cavidad interna es también mucho más pequeña.
U2. Útero septo o septado
Suele ser la malformación uterina más común. Se llama así porque posee una pared central que, desde el fondo del útero divide la cavidad en dos espacios más pequeños.
Este tipo de útero, externamente parece normal, la malformación solo se muestra de forma interna.
U3. Útero bicorporal o bicorne
La característica principal de este tipo de útero se basa en una hendidura o pliegue en la parte central, la cual divide el órgano en dos lados.
Al contrario que el útero septo, el útero bicorporal se aprecia también externamente.
U4. Útero unicorne o hemiútero
Este tipo de útero solo tiene uno de los lados completamente formado y funcional. El otro lado puede ser inexistente o no haber acabado de formarse.
U5. Útero displásico o aplásico
En este caso el útero nunca ha llegado a desarrollarse como tal. Puede ser totalmente inexistente, o en su lugar existir dos cavidades separadas de la vagina y del resto de órganos que conforman el aparato reproductor
U6. Casos sin calificar
Se trata de aquellos casos excepcionales en los que se combinan varias de las malformaciones anteriormente nombradas.
Si quieres ser mamá y piensas que puedes tener uno de estos problemas no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Intentaremos buscar la manera de que consigas tu sueño! Si por el contrario ya sabes que no padeces este problema pero no consigues quedarte embarazada, quizá sea por alguna de estas razones.